Marc Lalonde (Quebec, 1929), Ministro de Salud y Bienestar de
Canadá entre los años 1972-1977, en su revolucionario “Informe
Lalonde” estableció una serie de
factores que influían, en mayor o menor medida, en la salud de los individuos
de una sociedad, clasificándolos en 4 grupos: medio ambiente, biología humana,
sistema sanitario y estilo de vida.
Atendiendo a esta
clasificación, podemos observar:
Factores Ambientales: hace referencia a la contaminación del aire, del
agua, del suelo y también a la contaminación psicosocial y sociocultural. Así,
destacamos la contaminación biológica (bacterias,
virus, hongos…), la contaminación física (radiaciones, humos, deshechos…), la contaminación química (hidrocarburos, plomo, plaguicidas…) y
la contaminación psicosocial y sociocultural (dependencias, violencia, estrés, competitividad…).
Factores Biológicos: hace referencia a la genética y a la edad.
Sistema Sanitario: el determinante de la salud que quizás menos
influye en ésta y sin embargo es el que más recursos económicos recibe.
Estilo de Vida: el determinante que más influye en la salud, el
más modificable mediante actividades de promoción y prevención primaria, y al
que menos recursos se le destina.
Echémosle una ojeada a las siguientes gráficas en donde se refleja, según Lalonde, la influencia que tiene cada uno de estos factores en la salud y los recursos económicos destinados a cada uno de ellos.
A
la vista de los datos recogidos en una sociedad muy similar a la nuestra y en
un tiempo muy próximo al actual, observamos que, en el conjunto de estos 4
agentes condicionantes para la salud, los factores
ambientales poseen una importancia del 20%, cuando los recursos económicos
destinados para tal fin sólo alcanzan el 1´5% del total de gastos destinados a estos
cuatro factores. Recordemos que el ambiente recoge todo ese conjunto de
contaminaciones a las que el organismo humano está expuesto.
La
importancia de la biología viene
representada por otro 20%, mientras que los recursos destinados a ella apenas
alcanzan el 7%. Hasta ahora, el factor menos influenciable de todos, pero los avances
de la ciencia en materia de biotecnología y genética nos hacen soñar con la
eliminación de muchas enfermedades, toda vez que se superen las reticencias éticas
y/o legales para trabajar en este campo.
Llama
la atención el sistema sanitario,
simbolizando una importancia del 10% y, sin embargo, destinándose más del 90%
del dinero invertido en el conjunto de estos cuatro factores. Cabe matizar aquí
que la función habitual de la sanidad es, principalmente, paliativa o curativa,
cuando debería apostar más por al prevención
como estrategia de actuación (es más
barato prevenir que curar). Un sistema sanitario de calidad es básico en
una sociedad del bienestar como es (por el momento) la nuestra, y debería estar
condicionado por 3 variables: calidad,
cobertura y gratuidad.
Por
último, y aquí es a dónde deseo llegar, observamos que el estilo de vida representaría el 50% de la importancia en el total
del conjunto de factores condicionantes para la salud, siendo al que menos
recursos se destinan, con un anecdótico 1,2%. Entendemos
estilo de vida como la manera en que vive una persona (o un
grupo de personas); esto incluye la forma de las relaciones personales, del
consumo, de la hospitalidad, la forma de vestir… en todos los ámbitos del comportamiento
(trabajo, ocio, sexo, alimentación, indumentaria, etc.).
Se
aconseja: realización de actividad física
saludable (adecuada y dirigida por especialistas), evitar el consumo de sustancias nocivas (drogas,
institucionalizadas o no), alimentación
sana y equilibrada (dieta mediterránea, disminución del consumo de grasas…)
y adecuada educación sexual (evitar
conductas de riesgo) y vial (prevención
de accidentes…).
Existen unos comportamientos asociados al incremento de riesgo de muerte en individuos de 30-69 años, conocidos como hábitos insanos, a saber:
ü
Consumo de
cigarrillos,
ü
Actividad física
inadecuada,
ü
Consumo de
alcohol,
ü
Obesidad,
ü
Número de
horas de sueño, y
ü
Promiscuidad sexual.
En función de los mismos, destacamos 3 grupos de riesgo, que son: Bajo (2 o menos hábitos insanos), Medio (3 hábitos insanos) y Elevado (4 ó 5 hábitos insanos).
Dada
la importancia que tiene adoptar unos adecuados hábitos de vida saludables,
ahora cada un@ de nosotr@s debemos buscar nuestra motivación para cambiar esas
pequeñas cosas en nuestro día a día. En este blog (AHM) recordaremos consejos y beneficios de
adoptar hábitos y estilos de vida saludables, como alimentación, descanso,
actividad física... Si te interesa, nos vemos el último viernes de cada mes.
FUENTE: J. M. Fdez. Abuín: Temario de
Oposiciones para el C. de Maestros (Esp. E.F.)
IMAGEN 4:
www.insht.es/
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